El tiempo en Galicia es de locos.
Siempre es así, llega agosto-septiembre, y te encuentras con un bochorno de locos y de repente la gran granizada de tu vida, trozos de hielo como si fuesen cubitos para el licor café cayéndote como chuzos de punta.
Eso es en resumen lo que ocurrió el viernes en el Lolapop, y lógicamnete que luego no dejó de llover, por lo que el festival tal y como estaba configurado se anuló y acabó creandose un improvisado acústico en el pabellón de deportes, donde músicos y público crearon un ambiente de próximidad y respeto que te dejan con una gran calidez.
Tengo que agradecer a los organizadores su fantástica atención, son un encanto, y me dolió en el corazón lo sucedido, para ellos debió ser una gran desilusión ver el proyecto de todo un año desvanecido por este clima inmundo que nos asola cuando le viene en gana.
Para el año que viene todos apoyando al Lolapop¡¡¡¡.
Pero dentro de todo fué una suerte que las nubes llenas de agua, respetaran a los "cativiños", que por lo menos ellos disfrutaron plenamente de lo organizado para su diversión.
Os dejo unas instantáneas de eses momentos, tiernos y divertidos para todos.
Viva el Lolapop¡¡¡¡¡
1 comentario:
Debo decir que me he vuelto loca con tus fotografías. Menudos conciertazos has podido disfrutar... y retratar. Qué maravilla.
Felicidades
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