jueves, 29 de enero de 2009
HECTOR LORENZO
Hay personas que son artesanos de la música, sí, son luthiers de las notas musicales, del fraseo, y centran parte de su vida en esa pasión que arrastran desde bien temprano. La mayoria de estes verdaderos músicos, no son casi ni reconocidos, sus nombres están en el olvido, pero escucharles es pura magia.
No lo voy a negar, estas palabras vienen condicionadas por el gran afecto que tengo a esta persona a la cual conocí ya hace tantos años y que tanto me enseñó a disfrutar de la música, y respetar a aquellos que son apasionados de algo tan bello, que tanto te hace sentir .
Este sábado vino a Vigo con su guitarra, inseparable compañera, y nos deleitó con un concierto de su adorada bossa nova, y esa versión de "My Funny Valantine" de Chet baker, que me hizo recordar aquella tarde de sábado que llovia y estábamos en casa escuchando jazz, y sin quererlo, nos pusimos a cantar la canción y él instintivamente a sacar los acordes con su guitarra; desde aquella siempre que tiene la voz en condiciones la interpreta, y yo vuelvo a aquella húmeda casa en Santiago, a escuchar una y otra vez "My Funny Valantine" mientras él quita los acordes.
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