La contundencia de estes franceses encima del escenario, así como el poder de concentración al cuál te hacen llegar es increíble, si piensas que estás escuchando a un piano, que en momentos son aclamadas sus notas para elevarte a dos centímetros del suelo, una batería que aterriza con un toque bestial, y la rascada voz, desgarradora, visceral, que parece que la bilis le va a salir cara el micrófono.
Son turbadores, verlos, escucharlos, dejarte llevar, es turbador, y bajo mi punto de vista, en sus conciertos hay que estar sentaditos como ellos, y con los ojos en blanco, disfrutando de tú paralelo.
my own private alaska
1 comentario:
Hola!!! Gracias por poner eso de esta banda, que me siento orgulloso de haber traido de gira por el estado. Disfrute muchisimo su concierto en Madrid, esas fotos son de Bilbao?
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